domingo, 27 de diciembre de 2009
Tengo a una mujer madura sobre mi cama, en cuatro. Su culo blanco, mediano, nada especial; me excita. La comienzo a penetrar vaginalmente. Es placentero. Llegado un momento sin experimentar esa sensación propia de la eyaculación comienzo a hacerlo. Es como si fluyera más lubricante de lo común, pero en realidad es semen. De pronto el semen es tal que comienza a esparcirse por todo su culo y luego por toda su espalda. Llegado un momento toda la cama esta cubierta de semen. También chorrea partes por el piso. Comienzo a desesperarme. No se como hacerme cargo de tal inundación. Tengo pudor de que alguien entre en la habitación. No se si coger una camisa, un polo, una toalla y comenzar a secar todo el semen esparcido. Presiento que cualquier momento puede entrar alguien y ver tal inundación eyaculatoria. Despierto. Y pienso que nunca hubo orgasmo.
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